María José Acevedo es la lideresa de la Fundación Assalam de Colombia Mujeres Musulmanas. Se convirtió al islam siendo joven a pesar de haber crecido en un entorno católico. Es administradora de empresas y vivió durante cuatro años en Egipto, donde estudió a fondo el árabe y el islam para poder enseñarlo en Colombia.
Conoció inicialmente esta religión por una tarea que su profesor del colegio le asignó cuando tenía aproximadamente seis años. Desde entonces, siempre mostró interés en aprender y formar parte de la comunidad musulmana. Aunque sus padres nunca se opusieron, la alentaron a continuar con sus estudios académicos antes de tomar cualquier decisión sobre su postura religiosa.
Cuando tenía alrededor de 19 años, visitó por primera vez una musalla ubicada en Bogotá, donde se congregaba la mayoría de los musulmanes para practicar sus oraciones, y se encontró con una gran cantidad de inmigrantes, en su mayoría árabes y palestinos.
Después de terminar su carrera universitaria, tomó la decisión de estudiar y convertirse a esta religión. Junto con otros tres colombianos musulmanes, obtuvo una beca para estudiar a profundidad el islam en Egipto y así poder enseñarlo a su regreso a Colombia. Allí vivió durante cuatro años, pudo conocer y entender la cultura musulmana.
Al darse cuenta del desconocimiento que la población en general tenía y de las dificultades que enfrentaban aquellos que querían practicar esta religión en el país, fundó la Fundación de Mujeres Musulmanas Assalam de Colombia, y actualmente es Miembro de la Mesa Nacional Interreligiosa del Ministerio del Interior.
En una entrevista con La Pluma, María José Acevedo nos cuenta sobre el papel de la mujer en el islam y los estigmas a los que se enfrenta al practicar esta religión en Colombia.
¿Qué tipo de discriminación ha recibido por seguir esta religión?
Primero, en muchos trabajos no nos aceptan con nuestro vestuario, muchas veces la necesidad hace que nos quitemos el hiyab. Segundo, las personas no están acostumbradas a recibir musulmanes, piensan que somos terroristas, tienen un concepto muy errado y negativo frente a nosotros. Tercero, pues obviamente no se respeta nuestro día sagrado, que es el viernes. Entonces es muy difícil pedir un viernes para ir a hacer nuestras oraciones y volver a nuestras labores. Ese es el día que tenemos que resguardar para Dios.
¿El islam obliga a las mujeres a llevar hiyab y túnica?
No, la religión no nos impone nada. Eso va en cada persona. Cada quien adopta su forma de vestir, escoge cómo se siente más cómoda.
¿Qué significados tienen el hiyab y la túnica?
Preservar la intimidad de la mujer, es decir, no mostrar el cuerpo hacia los demás. Se tiene que preservar y cuidar porque es de uno mismo y nadie tiene por qué mirarlo, ni tocarlo ni nada. La función principal es que nadie te moleste o te agreda por tu cuerpo La finalidad cubrirte, entender que no es necesario mostrarte ante los demás por tu cuerpo, sino por lo que tienes en tu corazón y en tu mente, de resto sobra.
¿Qué piensa respecto al estigma de que las mujeres islámicas son sumisas?
Ese es un concepto totalmente errado, porque precisamente con nuestro profeta Mohammad (Mahoma) llegaron nuestros derechos y él fue quien nos dio las posibilidades de participación, de estar en todos los espacios, de ser deportistas, artistas, médicas, científicas, ser todo y participar en todos los aspectos, hasta en lo político. Entonces, ese concepto que tienen los hombres referente a la mujer musulmana es errado.
¿Considera que los medios de comunicación han ayudado a la estigmatización de la religión?
Totalmente, primero los medios nacionales que tenemos aquí no han estado presentes en las situaciones reales. Se basan en lo que dicen las demás personas, como un teléfono roto, no es información completa, por ejemplo, lo que pasó hace poco en Irán. En ese momento estaban marchando más de 10.000 mujeres y eso no lo mostraron. Solo mostraron el contexto de una mujer activista que estaba protestando en contra de su religión, de la cual no era practicante; además, no mostraron todo, pues hay zonas que son netamente religiosas, las cuales se tienen que respetar. Las mujeres no estaban marchando en contra de su hiyab sino al contrario, por el respeto de este.
Desafortunadamente combinamos política, cultura y religión. La religión siempre va a ser igual para todo el mundo, nunca va a cambiar y las leyes que nos pone Dios son iguales para todo el mundo, pero desafortunadamente las políticas y la cultura en otros países son muy distintas a las de la religión.
Un ejemplo es lo que sucedió con las mujeres de Afganistán; hace 20 años las obligaban a usar una vestimenta que no es netamente islámica, que es el burka, esa no la aceptamos nosotras, que es completamente con los ojos tapados. Eso ya fue una imponencia política, del gobierno, que es muy distinta a la religión.
¿Cuáles son los prejuicios que hay sobre las mujeres musulmanas? ¿Qué le gustaría cambiar?
Por ejemplo, en mi caso, que estoy en el sector interreligioso, yo siempre he peleado que nosotras tenemos los mismos derechos de voz y voto como los hombres, como los sacerdotes que siempre hablan por las mujeres(…) Somos las mujeres las que más trabajamos en nuestras comunidades, más que los hombres, entonces tenemos ese mismo derecho de participación y de hablar, porque generalmente cuando hay algún foro interreligioso solo ponen como panelistas a hombres de las religiones católica, cristiana, y muy rara vez la judía, ¿y las demás qué?, ¿no existimos? (…) A mí como mujer me tocó duro para ser parte de la mesa nacional interreligiosa del Ministerio del Interior y ser integrante, como mujer no fue fácil (…) Desafortunadamente, aunque la religión nos da los derechos, los temas político y cultural siempre han afectado. Y son más las cosas que nos unen como religiones y pocas las que nos separan.
Hay mucha gente que tiene mucho desconocimiento, lo mismo sucede cuando llegamos al aeropuerto, lo curioso es que aquí es donde nos revisan, nos esculcan y a nivel mundial nunca, al contrario, me han abierto las puertas y nunca me esculcan. Creen que vinimos con otra labor totalmente diferente, se preguntan, ¿quién sabe quién nos contrató?, ¿quién sabe cuál frente guerrillero? Es ese concepto negativo que tienen los de Migración, en parte tienen razón, pero no es por la religión.
¿Cómo se entiende el feminismo desde la religión del islam?
El feminismo ha tomado un contexto liberador, todo lo contrario de lo que realmente creemos que es la esencia de una mujer, por ejemplo, que como mujeres seamos madres, protectoras, cuidadoras. Todo ese contexto, como que se está perdiendo con el feminismo, por el tema del aborto. Nosotras como mujeres no lo podemos permitir, claro que como mujeres nos tenemos que unir para nuestros derechos, pero los derechos en el sentido de, por ejemplo, al no maltrato o violaciones. Todo lo que está pasando en ese sentido sí, pero ya en el sentido de aceptar quitarle la vida a una persona que ya está creciendo, no.
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