En Colombia no solo nos duele la muerte de los niños y el abuso hacia las mujeres, los líderes o lideresas sociales: en lo corrido del año, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), la muerte de los líderes sociales continúa y la cifra es hasta ahora de 48 personas, sondeo llevado y registrado hasta el 29 marzo del 2022.
En un artículo publicado en el 2019 en la revista Semana, estiman que el país hay 7.000 líderes sociales, cifra que ha ido aumentando a través de los años.
El Estado colombiano en su mayoría de declaraciones siempre apunta a lo mismo: «haremos un acompañamiento más extenuante con las fuerzas militares en las zonas marginadas», y se comprometen a llegar al final de cada caso para no dejarlos en la impunidad, pero hasta hoy nada ha cambiado.
El 10 de febrero del 2021, la ONG Human Rights Watch (HRW) público un informe de 136 páginas titulado “Líderes desprotegidos y comunidades indefensas: asesinatos de defensores de derechos humanos en zonas remotas de Colombia” en donde se realizaron unas denuncias que mencionan la reacción «lenta y deficiente» del Gobierno colombiano en la implementación de políticas para prevenir estos homicidios.
El último caso registrado de un líder social asesinado fue el 29 de marzo del 2022, Sarcelino Lana de 29 años, gobernador indígena del resguardo Tamando del Chocó, fue encontrado en el río Atrato y como principales sospechosos se menciona al Clan del Golfo.
No importa si se considera un líder social reconocido o no, a todos nos debe doler como colombianos la muerte de personas inocentes, las cuales solo buscan defender y aportar de manera positiva a cada comunidad que hace parte de este país, pero ¿qué ha hecho el Gobierno Nacional frente a esta situación? Nada, pues ni velar por su protección se ha logrado.
No queremos seguir en la incertidumbre de cuál será el próximo, queremos una paz digna para cada colombiano y para cada líder social. ¿Algún día llegará ese gran suceso? Así como vamos se vuelve dudoso, pero quiero creer que en algún momento todo esto cambiará y lograremos parar la matanza.
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