La Defensoría del Pueblo registró 119 casos de violencia contra mujeres trans en Colombia durante el año 2022.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la esperanza de vida promedio de las personas trans es de 35 años. En efecto, este fue el caso de María José Astros, quien no pudo superar los 33, pues fue asesinada en la madrugada del 17 de enero en Villavicencio. Su caso es uno más de la violencia que existe contra las personas que transitan hacia el sexo femenino convirtiéndose en un fenómeno que parece no detenerse.
María José Astros era una mujer inteligente, determinada, independiente, siempre será recordada por sus amigas más cercanas como una persona empática, enfocada, pues sabía que su éxito solo y exclusivamente dependía de ella, también era entregada a su familia y a sus mascotas o ‘hijos perrunos’, como solía decirles, siempre estaba dispuesta a compartir su conocimiento y ayudar a los demás.
Se desempeñaba como modelo webcam desde hace cinco años; era muy destacada por su disciplina y compromiso. Obtuvo algunos reconocimientos como modelo, uno de ellos fue con la empresa Bantokens en el año 2021, cuando ganó el premio a Mejor Modelo LGTBIQ+ del Año en Sudamérica.
Amaba enormemente a su familia, su madre era su mejor amiga, su amor más grande. «Con ella iba a todos lados, en todos sus planes siempre la incluía», así describió la relación familiar, Sofía, una de las mejores amigas de María José.
Pero todo esto fue empañado por el flagelo del transfeminicidio, cuando en la noche 17 de enero, después de celebrar su cumpleaños, fue encontrada muerta al interior de su vivienda; quien presuntamente acabó con la vida de Majo, como le decían sus amigas, sería su excompañero sentimental, aseguraron fuentes cercanas, así mismo, afirmaron que no siendo suficiente con la tragedia, el caso no tuvo el acompañamiento adecuado de las autoridades quienes retrasaron el dictamen de Medicina Legal.
María José Astros y su desgarrador final
La mujer fue hallada sin vida en su domicilio, en horas de la madrugada en Villavicencio. El cuerpo de la víctima fue encontrado por la encargada del aseo de la casa, quien dio aviso a las autoridades competentes.
En el lugar de los hechos hicieron presencia las Unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), de manera preliminar dictaminaron que la gravedad de las heridas, causadas por arma blanca al nivel del tórax, fueron la causa de su muerte, sin embargo, el dictamen detallado por parte de Medicina Legal, no se entregó oportunamente a la mamá de María José. Para ese momento, se comentaba de manera extraoficial que el principal sospechoso era su expareja sentimental con quien al parecer estuvo compartiendo momentos antes de los hechos.
Sin embargo, para una de las amigas más cercanas, «hasta tanto no se dé un dictamen oficial del caso, especular no ayuda a nada, los móviles pueden ser muchos y el excompañero sentimental puede ser uno de ellos».
Ante dichas sospechas, la Fiscalía General del Nación, seccional Villavicencio, informó que en el caso no ha surgido denuncias o acusaciones directas hacia algún sospechoso por parte de los afectados, sin embargo, la seccional de investigación sí estaría trabajando en las pesquisas que los lleven al autor material del homicidio.
Un mes después de lo ocurrido, Marina Astros, madre de la víctima, declaró en el programa radial Disonantes, que la Fiscalía no había demostrado mayor avance en el caso: «aún no se sabe nada, el fiscal y los investigadores me han dicho que todo está bajo reserva para poder sacar conclusiones», puntualizó. Debido a esto y ante la desesperación de no hallar respuestas, amigos, compañeras de trabajo, jefes y su madre realizaron un plantón pacífico frente a las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación y el Palacio de Justicia de Villavicencio. Con la intención de visibilizar el silencio de las autoridades frente al caso, el plantón fue convocado por sus amigas y jefe del trabajo, además de ser apoyado por la batucada feminista de Villavicencio y, por supuesto, su madre.
Adicional a esto, las empresas Bantokens y Ladies Room, en las que trabajaba Majo, ofrecieron una recompensa de 10 millones de pesos para dar información que ayude con el paradero de su asesino; luego de que el caso se hizo viral, la Alcaldía de Villavicencio se movilizó y ofreció 20 millones más. Aún no hay justicia.
Los casos de mujeres trans parecen no importar
La falta de celeridad en el caso de María José, parece ser una constante, pues según la lideresa LGBTIQ+, Angélica Caicedo, cuando las mujeres transgénero acuden a entes como la Fiscalía, no son atendidas, y por el contrario son recibidas por los funcionarios con afirmaciones como: «Eso le pasa por marica». Además, afirmó que las rutas de atención por parte de la Secretaría de la Mujer son inexistentes para las trans: «La atención para una mujer cisgénero (personas reconocidas bilógicamente de sexo femenino) tiene un poco más de peso en comparación a lo que las mujeres trans podemos recibir».
Ante esto, Viviana Palacios, secretaria de la Mujer, explicó que las rutas de atención están dadas para todos los géneros, y que, en el caso puntual de María José, se prestó un abogado para que interviniera y acelerara el proceso de la Fiscalía, así como también se le ofreció asistencia psicológica a la madre, pero ella la rechazó. Frente a esto se contactó a la madre, para conocer por qué se negó a recibir la asistencia, pero no dio declaraciones.
Según cifras del Observatorio de DD. HH de la organización Caribe Afirmativo, la violencia institucional es una de las más recurrentes, con 59 casos, dentro de esta se incluyen a entes como la Fiscalía y la Policía. Esto se evidencia en la poca relevancia y atención que realizan los entes a los casos; frente a eso, desde la seccional de Villavicencio explicaron que cada caso tiene asignado procesos e investigadores y estos tardan como todos, ya que la congestión en la institución es alta.
Factores que afectan los índices de violencia
Las principales causas de los transfeminicidios radican en la discriminación; en una ciudad como Villavicencio las mujeres trans a menudo son señaladas y excluidas, según explica Angélica Caicedo, líderesa y activista del movimiento trans. Esto a pesar del trabajo realizado por líderes y lideresas de la comunidad LGBTIQ+, quienes han luchado en pro de la igualdad con criterio, diplomacia y dignidad, tratando temas como el transgenerismo, transexualismo, travestismo, lesbianismo, homosexualismo, entre otros.
Según la ONG Colombia Diversa, el país cuenta con importantes protecciones legales para las personas LGBTIQ+, pero el mayor obstáculo radica en su aplicación práctica, ya que no se han traducido en una disminución de la discriminación y la violencia, ni en un mayor acceso a la justicia. De acuerdo con los informes realizados por la ONG y el observatorio de Derechos Humanos Caribe Afirmativo, en el año 2019, 106 personas LGBTQ+ fueron asesinadas, una cifra que aumentó en el 2020, con un reporte de 226 víctimas mortales; de estas, 77 eran personas trans. Al siguiente año, 35 mujeres trans fueron asesinadas, una disminución importante en los casos, sin embargo, para 2022, la cifra nuevamente aumentó a 56 víctimas con relación al 2021.
De acuerdo con la Organización de los Estados Americanos (OEA), en conjunto con la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), en «Latinoamérica, la discriminación y exclusión estructural en el mercado laboral por razones de identidad y expresión de género es uno de los factores desencadenantes que pone en marcha un ciclo sin fin de pobreza continua», lo que evidencia una dificultad para que, en especial las mujeres trans, puedan desarrollar una vida libre y segura. Ante esto, la lideresa afirmó que, en efecto, «conseguir trabajo es como una odisea. Las que hemos tenido puestos, es por la gracia de Dios».
El machismo es otra de las causas de la violencia contra las mujeres diversas, de acuerdo con la ONG feminista Sisma Mujer, existen cuatro síntomas que identifican a una cultura como machista, los cuales son: acoso sexual, violencia contra las mujeres, diferencia salarial entre hombres y mujeres, así como falta de posiciones dentro del gobierno.
Según el Informe de Derechos Humanos de personas LGBTIQ+ en alianza con Colombia Diversa en 2019, a mayor número de homicidios se presentan más hechos de violencia contra personas de la comunidad diversa. Sí es posible afirmar que hay una relación estadística fuerte entre la ocurrencia de homicidios en general y hechos de violencia contra personas LGBTIQ+ en el departamento del Meta, Cundinamarca y Guaviare, es decir, que, aunque no hay una tendencia clara, dinámicas territoriales (como presencia de grupos armados, falta de ejecución de políticas públicas o de planes de seguridad fuertes) pueden aumentar el riesgo de de violencia para las personas LGBTIQ+ en el Meta. De igual manera, el informe expuso que, más personas LGBTIQ+ fueron amenazadas en Magdalena, Atlántico, Guajira, Cesar, Norte de Santander y algunos municipios de Bolívar, Guaviare y Meta.
Además, la delegada para los Derechos de las Mujeres y Asuntos de Género en 2020, aseveró que la dupla de género del Meta no hizo labores para la promoción de los derechos de las personas LGBTIQ+, ni para la prevención de violencias contra estas personas, lo que contribuye a una persistencia en ataques y la no deconstrucción del machismo en la región, que termina desencadenado consecuencias como el asesinato de mujeres trans.
Angélica Caicedo coincide con que los resultados entregados afectan a las mujeres diversas: «La mujer trans aquí en Villavicencio es muy señalada, no se ha acabado todavía el machismo por más de que nosotros hemos trabajado esos temas…».
La vida de la mujer trans en la sociedad y cotidianidad nacional es un tema complejo de observar, los asesinatos ocurren a diestra y siniestra, las instituciones aseguran hacerse cargo y manejarlos como cualquier otro, pero lo cierto es que no es así, pues en las voces de las lideresas y de las familias de las víctimas se clama justicia de crímenes sin resolver que arrebataron a una amiga, una hermana, una hija, una mujer trans, a María José.
Por: Laura Vanessa Lara, Paula Sofía Benavides Parada, Laura Marín, Jérrika Aguilar, Daniela Velásquez.
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