En el sector de Amarilo en Villavicencio es constante ver como algunos residentes o turistas alimentan a los diferentes tipos de primates que rondan en el corredor ecológico, por lo que habitantes de la zona manifestaron estar en desacuerdo con estas prácticas.
Juan José Rojas, habitante del conjunto Amarilo Alborada, relata que ha sido espectador del riesgo en el que se encuentran los monos. «He visto morir monos atropellados, al intentar cruzar la avenida en busca de comida».
Desde la Secretaría de Medio Ambiente se creó la campaña «Yo mono, tú humano» que, a través de actividades recreativas para la familia, enseña las formas de cuidar y preservar el hábitat de los animales.
La ingeniera ambiental, Maira Chaquea Leal, consideró que “al alimentarlos se interrumpe su hábito o necesidad de buscar el alimento, los monos son folívoros y frugívoros, esto quiere decir que naturalmente consumen hojas y frutos».
Entre la biodiversidad de Villavicencio existen al menos cuatro especies de primates: zocay, micero, aullador y el tití, que están en una grave situación de vulnerabilidad por reducción de hábitat.
«Lo normal sería que ellos busquen su alimento de manera autónoma, sin embargo, cuando los transeúntes les dan otros alimentos procesados, se pueden generar daños en su proceso digestivo», aseguró, la médico veterinaria especialista en sanidad, Irlanda Méndez Sandoval.
En cuestión de sanidad, los peligros pueden ser inminentes tanto para los monos, como para los humanos que se exponen al acariciarlos, debido a que se puede dar una interacción de agentes infecciosos.
Según Méndez, «los monos podrían transmitir a las personas algunos tipos de parásitos, huevos o bacterias al tocar al animal, además pueden ser portadores del virus de la fiebre amarilla».
Ante este recurrente problema la especialista invitó a la comunidad a respetar el comportamiento natural y el ecosistema de los animales, evitando el contacto físico con los mismos, para prevenir efectos que generen consecuencias a la salud de las personas.
De acuerdo al artículo 103, numeral 2, del Código de Policía y Convivencia, se prohíbe el suministro de alimento a la fauna silvestre, por lo tanto, si se infringe la ley, se podrá generar una multa tipo 4, con un pago que rodea los 32 salarios mínimos legales vigentes.
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