En un mundo en constante evolución, donde los sueños pueden realizarse a pesar de los obstáculos, la historia de Johanna Velandia se destaca como un ejemplo inspirador. A sus 36 años, ha pasado de ser la jefa comercial del prestigioso Grupo Hotelero Londoño (GHL) a convertirse en comediante e influencer de renombre en el Departamento del Meta.
Un viernes en la tarde Johanna se encuentra frente a su espejo, sumergida en su ritual de preparación. Maquillándose y haciendo chistes mientras se alista para un espectáculo que tiempo atrás no imaginaría estar realizando. Las horas pasan volando y a las 8 pm, se encamina hacia el lugar de su actuación.
Antes de salir abraza a su hija, su apoyo. Sube al escenario con algo de nerviosismo; pero, como ella misma describe, determinada, se deja llevar. El público responde con aplausos y risas. El espectáculo es todo un éxito. Al final, los asistentes se acercan para pedirle fotos y felicitarla, dejando a Johanna con una sensación de gratitud y logro.
Sin embargo, este éxito no se alcanzó fácilmente. Johanna nos lleva a un viaje al pasado, recordando su infancia. A pesar de haber sido una de las mejores estudiantes de su promoción, enfrentó duras críticas y burlas por su peso, un complejo que la persiguió durante muchos años.
Johanna nos compartió algunos de sus desafíos personales, “intenté bajar de peso de muchas formas, tomando pastas para adelgazar y desde los 18 años me fajaba".
En 2019, decidió dejar a su exesposo, que era parte del problema pues hacía comentarios dañinos sobre su cuerpo y peso. La separación marcó un punto de inflexión en su vida; y, desde entonces, ha vivido una transformación sorprendente.
En su segunda gira por Estados Unidos Johanna Velandia evidencia que, a pesar de los obstáculos, el peso no es un impedimento para perseguir los sueños. Su historia es un recordatorio de la fuerza del espíritu humano y la importancia de la auto aceptación. El mejor regalo que nos podemos dar a nosotros mismos es el amor propio.
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