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Vereda Samaria: Una lucha constante entre el ser humano y la fauna silvestre

Actualizado: 9 nov 2020

Escrito por: Ángela Rincón


A través de la historia, el ser humano ha invadido los espacios que le corresponden a la fauna silvestre y esta problemática se acrecienta según la edición 2020 del Informe del Planeta Vivo encargado de monitorear las tendencias de la vida silvestre en el ámbito mundial.

El informe señala que existe “una disminución promedio global del 68% de las casi 21.000 poblaciones estudiadas de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces entre 1970 y 2016”.

La situación es preocupante para la región Latinoamérica y el Caribe porque registra “una disminución promedio del 94% en las poblaciones de vertebrados estudiadas”.

“La pérdida y degradación del hábitat, impulsada por la forma en que producimos alimentos, es la principal causa de la disminución de las poblaciones de especies animales y vegetales”

Las causas según expone el informe son: “La pérdida y degradación del hábitat, impulsada por la forma en que producimos alimentos, es la principal causa de la disminución de las poblaciones de especies animales y vegetales”.


Esta problemática que vive el planeta no es ajena a la situación que se registra en la vereda Samaria, en donde los pobladores manifiestan que varios animales silvestres han desaparecido de la zona en busca de espacios y territorios que estén fuera del alcance del ser humano.


“Alguna vez en la vereda se escuchó hablar sobre un tigrillo, pero lastimosamente por los potreros que realizaron algunos campesinos para su sustento, se fue desplazando hacia otros sitios, lejos del ser humano”, explicó Omar Betancur Velásquez, residente de la zona.


Otro animal que aún sobrevive en el sector es la Zarigüeya conocida como la Chucha quien se encarga de mantener un equilibrio de la red trófica al consumir insectos que ponen en peligro la salud del ser humano.


“Este animal es omnívoro, come flores, huevos, insectos, garrapatas y esto hace que sean considerados unos controladores biológicos por excelencia”, explica Nelvar Choque, especialista en Veterinaria y Zootecnia.


También es importante señalar la importancia de que la población no intervengan en la cadena trófica del mono ardilla, poblador de la vereda Samaria el cual se alimenta de semillas, frutas y hojas del bosque.


Alimentar a esta especie según los expertos trae consecuencias como “ciertas presiones comportamentales en ellos, conocida como la impronta que, en casos particulares y más efectivos en etapas tempranas del desarrollo, pueden alterar el aprendizaje y comportamiento natural e innato de estas especies, al igual que se aumenta el riesgo de contagios por enfermedades zoonóticas de especies silvestres al humano, como un claro ejemplo en la actualidad con el COVID19”, expresó Santiago Lugo Enciso, biólogo de la universidad de los Llanos.



Acciones para prevenir el desplazamiento y la extinción de la fauna silvestre


Para hablar de buenas prácticas de la gestión y sostenibilidad de un área, es importante entender que no solo la ciudadanía o la clase política deben actuar independiente, sino mancomunadamente para que integren conocimientos prácticos y teóricos desde la experiencia que permitan el equilibrio de los ecosistemas.

Resulta pertinente visibilizar estos conflictos, aunque parezcan inocentes porque generan impactos negativos para la fauna silvestre.

Por esta razón es importante que el hombre residente de la vereda Samaria ubicada en la parte alta de Villavicencio (norte) conozca cómo se comportan los espacios naturales.

“Se deben educar a los campesinos o actores sociales implicados en la vereda, en conocimientos básicos de las especies clave, o que comúnmente se encuentran en conflicto con el hombre”

“Se deben educar a los campesinos o actores sociales implicados en la vereda, en conocimientos básicos de las especies clave, o que comúnmente se encuentran en conflicto con el hombre. Rutas de comunicación directa con la CAR, encargadas del manejo de fauna silvestre y capacitación en el manejo de fauna a algunos campesinos”, son las recomendaciones del biólogo de la universidad de los Llanos, Santiago Lugo Enciso.

Por otro lado, cuando se habla de buenas prácticas dentro de un área, se hace referencia a respetar el espacio natural; protegerlo evitando el desgaste de ese territorio turístico, área protegida, rural o urbano el cual debe cumplir con la capacidad permitida para que no impacte al medio ambiente negativamente.

“La mejor manera de hacerlo es a través de la educación frente al cuidado de la vida natural y vegetal. Capacitando a la comunidad para que proteja esta zona rica en agua que abastece a Villavicencio y que no se le de prioridad al dinero o los turistas para invadir la vereda”, señala Luis Gabriela Vergara, residente del sector.

Por ello es pertinente que se brinden espacios Edu-Comunicativos sobre la fauna de la Vereda Samaria por parte de las entidades Gubernamentales del departamento del Meta u oenegés, que contribuyan con conocimientos teóricos para la práctica activa participativa de la ciudadanía sin hacer distinción social, raza, sexo o edad en el sector.

Los expertos manifiestan que se deben realizar seminarios y capacitaciones como convivencias que se realicen los fines de semana con los habitantes de la vereda. También proponen visitas guiadas por un experto para que compartan con los visitantes, la riqueza medioambiental de la zona.

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