Escrito por: Eliana Cuellar
*Andrés es un hombre de 30 años que ha tenido varias parejas y en cada una de ellas ha puesto en práctica múltiples facetas de su sexualidad, una de ellas es el sexting. Un método que se ha convertido en habitual no solamente entre jóvenes o adultos, también en usuarios de nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Empezó sus experiencias sexuales a sus 15 años, cuando sus padres y amigos le explicaron sobre la sexualidad, indicó que inició a practicar el sexting desde sus 20 años y dice que es otra manera de ver las relaciones íntimas fuera de lo común y que pocas personas se atreven a hacer, es innovador y diferente.
*Andrés argumenta que esto es casi tan interesante como tener relaciones sexuales. Explica que una de las maneras que él utiliza para convencer a las demás personas es generando confianza e induciendo a que ellos experimenten otra forma de buscar placer.
Afirma además que es la mejor forma para tener relaciones sexuales y que va a seguir poniendo en práctica esa nueva forma, porque le ha generado cosas positivas a su vida.
Desde que practica el sexting dejo de tener contacto físico. Dice que está más seguro detrás de una pantalla o un teléfono porque no está expuesto a ser contagiado por una enfermedad de trasmisión sexual.
Riesgos de esta nueva práctica
Los riesgos que conlleva practicar el sexting es la difusión de imágenes, las cuales pueden ser compartidas de forma pública, y aunque logren retirarse de los sitios web, se sigue corriendo el riesgo de ser descargadas por alguien. Un archivo digital dura toda la vida y puede tomarse como referencia futura de un trabajo o universidad.
El sexting, puede usarse para chantajear a una persona, la forma más común de hacerlo es solicitarle dinero o pedirle más imágenes a cambio de no revelar la información a sus familiares y amigos. El bullying o acoso, es cada vez más común con este tipo de práctica, en especial en la escuela temprana. Si se vuelve pública la información, tiene un importante impacto emocional, en ocasiones esto ha llevado a que muchas personas lleguen al suicidio.
La importancia que adquiere esta práctica se debe a que ha sido naturalizada por parte de los adolescentes y de los adultos jóvenes. Según la psicóloga Roció Babativa, el sexting es una conducta anómala que tiende a volverse pornográfico, y muchas personas que hoy en día lo practican, ni siquiera saben que sus fotos o vídeos están circulando por internet. Esta práctica día a día es más frecuente y puede acarrear graves consecuencias psicológicas y hasta físicas.
*Andrés, nombre cambiado por petición de la fuente.
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