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Foto del escritorLa Pluma

La sociedad me mira y habla

Escrito por: Maria Yulizat Chara Moreno


La solución que puede cambiar mi vida está por llegar. El día 7 de octubre del presente año, visite una vez más al dermatólogo para buscar otra solución para esta enfermedad, que lleva afectando mi vida social, personal y que a largo del tiempo ha dejado secuelas en mi vida.

El colegio


Iniciemos por conocer mi nombre. María Chará y a mis 15 años empecé a notar un patrón extraño en mi cuerpo. Sudaba más de lo normal. Muchas veces sin estar mi cuerpo en movimiento. En el colegio recuerdo que me encantaba bailar, correr, saltar, jugar en pocas palabras estar activa pero esta sudoración excesiva me lo impedía.

En mi pequeño salón de clase empezaba a escuchar esos comentarios que me iban afectando: “No puedo soportarme ese olor de Chará”, “Esa chucha me tiene loco”, y mucho más que poco a poco me afectaban.


Recuerdo que un día me encontraba en el baño llorando porque ese molesto olor estaba de nuevo impregnado en mi ropa. Llamé de inmediato a mi mamá y le dije que me recogiera porque no quería estar más en el aula. Y la excusa era que estaba enferma.


Se estaba convirtiendo en una costumbre llorar todos los días, solo pensaba ¿por qué me sucede esto? Muchas veces pensaba que era por mi color de piel, pues en algún momento escuche que “los negros tienen un olor fuerte y horrible”.


“Los negros tienen un olor fuerte y horrible”


Y es que, como ellos pensaba que era por el desaseo o que esto se presentaba por el desodorante. Utilicé diferentes marcas intentando buscar una solución, pero nunca la obtuve. Terminó mi proceso escolar en el año 2018 y estos genera en mí una felicidad porque no iba a volver a escuchar esos comentarios que me venían atormentado.


Adolescencia


Una vez terminada mi etapa escolar inició con el proceso de la universidad. Una nueva etapa, nuevos compañeros. Pero continuaba ese problema del sudor excesivo.


Intentando continuar mi vida normal y tratando olvidar todos aquellos momentos tan horribles que me destrozaron, llegó ese día que me marcó para toda la vida.


“Que asco, el olor de una cebolla le queda pendejo a ese olor, no le da pena”


Llegué a mi casa después de hacer deporte. Tristemente y como siempre el olor me acompañaba, me dirigía hacia la ducha, pero en el patio se encontraban mis primas que sin medir palabra me decían: “Que asco, el olor de una cebolla le queda pendejo a ese olor, no le da pena”. Mientras me bañaba las lágrimas no paraban, no entendía ni comprendía ¿por qué mi cuerpo estaba generando este olor?

Mientras tanto escuchaba como ellas se reían y seguían hablando. Salgo de la ducha y una de ellas pensando que no me estaba dando de cuenta esparció un poco de ambientador.


Me encerré en la habitación y no paraba de llorar, miles de pensamientos malos llegaban a mi mente, duré horas llorando y dije no es normal lo que me está pasando. Esto ya no lo puedo controlar. Tengo que buscar una solución porque no sé dónde pueda parar.


Ingresé a Google en mi celular y escribí: Soluciones para dejar de sudar y oler a feo. Me encontré con que esto que me sucedía era una enfermedad.


Hiperhidrosis


En la pequeña pantalla del celular aparecía esta palabra. Empecé a leer y me encuentro con: “La hiperhidrosis es la sudoración anormal y excesiva que no necesariamente está relacionada con el calor o el ejercicio. Puedes sudar tanto que se te empapa la ropa o gotea por tus manos. Además de interrumpir las actividades diarias normales, este tipo de sudoración intensa puede ocasionar ansiedad social y vergüenza”.


La hiperhidrosis es la sudoración anormal y excesiva que no necesariamente está relacionada con el calor o el ejercicio"


Exactamente eso era lo que sentía “Vergüenza social” ingresé a una página con más información detallada encontrando las causas.


“Las causas de hiperhidrosis suelen ser principalmente estímulos térmicos y emocionales, que desencadenan la respuesta colinérgica (sistema nervioso simpático) de las glándulas sudoríparas ocasionando así ese exceso de sudoración”.

Por fin. Estaba entendiendo porque me sucedía esto, entendí que no podía controlar lo que me estaba pasando. Buscando, encontré soluciones que podían tratar mi sudoración. De inmediato llamo a mi madre y con una felicidad le digo que me saque una cita con la dermatóloga, pues ella podía darme la respuesta a todas esas preguntas que surgían en mi pequeña mente.

Mi madre un apoyo fundamental


Angelina Chará es mi madre y es la única persona que entendía lo que a diario afrontaba con esta situación, cuando le comenté todo lo que había encontrado sobre esta enfermedad, al siguiente día pidió una cita.


Esperando que llegara ese maravilloso día porque así lo miraba, utilizaba bicarbonato en las axilas que era la zona que más me afectaba.


El jueves 24 de octubre del 2019 tuve la cita. Fue chistoso porque llegamos al centro de consultas en el Barzal a las 3:30 p.m. y la cita era a las 4:00 p.m. pasaba el tiempo y nada que escuchaba mi apellido.


Mi mamá se acercó donde la secretaria porque ya estaba tarde. Ella le dice “Señorita que pena la cita está para las 4:00 p.m. y ya han pasado más de 15 minutos”. La secretaria le comenta a mi mamá que el lugar de la cita era en el centro de especialistas Somos.

Foto: Intramed


Mi mamá con rabia me dice vamos corriendo porque no es aquí, salimos de prisa para el Siete de Agosto. Llegamos tarde como era de esperar y la doctora ya se iba, un segundo más y no la encuentro. Ella me atiende, pero de una forma inusual y me dice.


-¿Qué tiene?


Le expuse mi caso y simplemente me dijo.


- “Tiene que comprar un desodorante que se llama Perspirex, se lo aplica en las noches en forma de W cada dos días a la semana y en la mañana debe de utilizar un poco de bicarbonato” y “en dos meses vuelve”.


Nada más me dijo y se retiró. Ese mismo día ingresé a Google para ver qué era lo que la doctora me había mandado y me encontré: “El antitranspirante Perspirex® inhibe la sudoración e impide que las bacterias presentes en la piel y responsables del mal olor se activen”.


“El antitranspirante Perspirex® inhibe la sudoración e impide que las bacterias presentes en la piel y responsables del mal olor se activen”

Foto: Webconsultas


Pregunté en un almacén y costaba 50 mil pesos. Dinero que en el momento no tenía, pasaban los días y me sentía abrumada porque sabía que la solución la tenía, pero la plata no. Como decimos “Con el pan, pero sin la leche”.


Pasó alrededor de un mes para poder comprarlo. Recuerdo que ese día estaba tan feliz que era notable en mi cara.


Esa sensación que generaba el desodorante de no volver a sudar, no tener un mal olor era grandiosa. Pero poco después de tres meses volvió. Volvió esta vez un poco más controlado, pero seguía afectando mi vida social.

Distinguidas personalidades de la farándula también lo padecen


Recuerdo que un día entre a la plataforma de YouTube y buscando sobre este tipo de enfermedad me encuentro con que Mia Khalifa padece de hiperhidrosis. En su cuenta de Instagram deja un emotivo mensaje invitando a todas las personas que sufren esta enfermedad a ir al médico y encontrar una solución.

Foto: @miakhalifa


Este fue parte del mensaje: “Tengo más confianza desde que encontré el tratamiento para la hiperhidrosis, sudoración excesiva. No solo puedes obtenerla debajo de tus brazos, sino también en tus pies y manos. (Este tratamiento) ocasionará que no vuelvas a sentirte culpable por tomar la mano de alguien en una reunión de negocios”.


Ella lleva tiempo inyectándose para poder controlar esta sudoración.

Inyecciones o cirugía: Las alternativas


Y desde ese momento inicié de nuevo el proceso con el dermatólogo. El 7 de octubre me hicieron la toma de unos exámenes de sangre. Ahora estoy a la espera de tener la cita y que el doctor decida cuál será la solución más favorable para mi vida.

Foto: Sudoración Excesiva


Si las inyecciones de toxina botulínica, un tratamiento que temporalmente me ayudará, bloqueando los nervios que son los que causan esta sudoración. O por el contrario la cirugía de simpatectomía torácica endoscopía.

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