Por: Camilo Gil
Los casos de violencia en los hogares villavicenses y en el ámbito nacional han registrado un incremento en donde niños y mujeres son las víctimas más comunes de este tipo de comportamientos.
Para algunos hogares colombianos, el confinamiento obligatorio ha traído momentos de crisis, no solo desde el campo económico, sino también en sus relaciones interpersonales en familias que ya presentaban indicios de maltrato antes de la pandemia.
Es así como en Villavicencio, según cifras de la Fiscalía General de la Nación, aumentaron en un 50% las denuncias por maltrato intrafamiliar, principalmente hacia la mujer, pues al día se reciben hasta 9 llamadas con estas denuncias en la zona metropolitana de la ciudad.
Estas cifras no se alejan de lo cuantificado en el ámbito nacional, ya que según la Policía el reporte nacional por denuncias de este tipo entre el 20 de marzo y el 7 de abril fue de 2.054 llamadas las cuales fueron atendidas efectivamente.
Todo esto sin contar las situaciones que no son denunciadas por las víctimas por diferentes circunstancias, lo que genera una cifra escalofriante para la sociedad colombiana, convirtiéndola en una problemática de salud pública que aqueja al país.
“Según las cifras de la Fiscalía General de la Nación, en Villavicencio aumentaron en un 50 % las denuncias por maltrato intrafamiliar, principalmente hacia la mujer, pues al día se reciben hasta 9 llamadas con denuncias en la zona metropolitana de la ciudad”
Un caso de ello es Tatiana Ardila, oriunda de la capital metense, quien reside en el municipio de Restrepo Meta, la cual en los últimos días fue víctima de una golpiza propinada por su expareja y la cual hace parte de las denuncias recibidas por las autoridades locales.
Esta mujer cuenta que el hombre identificado como Hugo Mauricio Melo Salamanca, su pareja en ese entonces, llegó a su casa bajo los efectos del alcohol y atentó en repetidas ocasiones, causándole graves traumas en su rostro.
El maltrato inició porque la mujer le reclamó que tuviera cuidado mientras parqueaba el vehículo en su garaje ya que casi la atropella por su estado de embriaguez.
Ardila confirma que no era la primera vez que la golpeaba pues en el año 2017 ya la había maltratado en una primera ocasión.
Comportamientos como estos, explica la psicóloga Sandra Barrios, pueden aumentar en el confinamiento, afirmando que este es un detonante para familias como la de Tatiana Ardila que presentaban antecedentes de violencia.
La especialista afirma que el hecho de compartir más tiempo con el agresor para algunas mujeres, niños y jóvenes víctimas, hace que el tiempo y la oportunidad de la violencia sea más amplia.
También influyen las consecuencias económicas y personales que ha traído la pandemia, lo que hace que se generen niveles de estrés altos, reflejándose en casos de maltrato intrafamiliar.
La profesional en psicología, invita a la familia a aprovechar el tiempo juntos, a practicar la tolerancia en los hogares y no “tomar” como opción a los problemas de la agresión.
Las autoridades locales hacen un llamado a denunciar cualquier caso de maltrato en casa, que no se tema hacer uso de las líneas de emergencia para atacar este tipo de violencia.
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