Escrito por: Angie Valentina Vivas y María Alejandra Laverde
Mi nombre es Nickole Atkinson. Eran las ocho y cincuenta y cinco de la mañana cuando le escribí a mi amiga Shanann “quería saber si estas bien”.
Desde muy temprano le he llamado a su celular y no contesta. Estoy preocupada por ella, sé que tiene una cita hoy a las nueve de la mañana porque está embarazada, así que nuevamente le escribí “avísame como te va en la consulta”.
Ella sigue sin responderme, y sé que ella nunca faltaría a algo tan importante como eso. En el viaje de trabajo ella estuvo muy extraña, teníamos que convencerla para que comiera por su embarazo.
La última vez que la ví fue en su casa después del viaje cuando la dejé en su casa a las dos de la mañana. Ya son las once y cuarenta y seis de la mañana cuando le escribo “estoy preocupada. Voy a tu casa” ese fué el último mensaje que le dejé. Acabo de llegar a su casa, su auto está afuera y solo veo a su mascota. Estoy preocupada, así que estoy llamando a la policía.
Después de un rato llegaron un par de oficiales a la casa de Shanann. Les dije que ella tiene dos hijas de tres y cuatro años, Cece y Bella, y que además está embarazada. Cuando Chris, el esposo de Shanann llega a la casa, saluda a los policías de la mano, él no se mostraba alarmado ni muy preocupado por su esposa e hijas.
Al entrar en la casa, todo indicaba que Shanann se había ido con las niñas, sin embargo, encontramos su celular en una mesa, y todo el que la conociera sabría que ella no dejaría su celular y herramienta de trabajo, Chris también afirma que eso es cierto.
Revisando el vecindario, los oficiales se percatan que uno de los vecinos de Shanann contaba con cámaras de seguridad, las cuales empiezan a grabar a partir de cualquier movimiento.
El nos abre su puerta y nos deja entrar a su casa para mostrarnos los video de seguridad, donde se evidencia que a las cinco y dieciséis de esa mañana, se ve a Chris estacionando su camioneta al frente de su casa, porque se dirigía presuntamente hacía su trabajo.
“Mi esposa y mis hijas, llevan dos días desaparecidas. Pido a mi esposa que si se fue regrese pronto, a quienes podrían tenerlas secuestradas pido que por favor las libere, yo las amo y las extraño mucho”
A pesar de ello, su vecino nota que Chris actúa de una forma muy extraña, la forma en que toma su cabeza mientras veía los videos de seguridad, y la intranquilidad que le reflejaban hacen que el vecino le cuente eso a los oficiales de su comportamiento.
Sin embargo, los oficiales creen que eso puede deberse a la situación que está viviendo, aunque el vecino no se muestra tan convencido.
Ya ha pasado un día desde la desaparición de mi amiga y sus pequeñas, no quiero creer que algo malo les pasó ni a ella ni a sus niñas. Sé que la policía hace todo lo posible por encontrarlas (como repartir volantes y entregar información a los medios de comunicación....)
Chris Dice: “Mi esposa y mis hijas, llevan dos días desaparecidas. Pido a mi esposa que si se fue regrese pronto, a quienes podrían tenerlas secuestradas pido que por favor las libere, yo las amo y las extraño mucho”.
Hoy me harán la prueba del polígrafo, tengo miedo de lo que pueda pasar, una mujer de estatura promedio, cabello ondulado rubio, me haría la prueba, era una mujer determinante, lleva un suéter a rayas blanco con azul, y sus primeras palabras son: “es una tontería someterte a esta prueba si no dirás la verdad” a lo que yo respondo que no hay problema, y ella nuevamente dice “si dices la verdad ya seremos dos personas en saberla”.
Ha pasado un tiempo en el que me hicieron la prueba, no me siento confiado del resultado, los oficiales me permiten hablar con mi padre, así que después de tanta espera decidí contarle una parte de “la verdad”,
"Enterré a Shanann a unos metros de los tanques de petróleo donde yo trabajaba, y en los tanques están las niñas"
Él fue la primera persona en saberlo. Con la voz temblando y avergonzado le cuento lo que le hice a Shanann y oculto lo que en realidad pasó con mis hijas, maté a mi esposa, porque se dió cuenta que le era infiel así que ella mató a las niñas, las asfixió, y yo le hice lo mismo a ella, la maté, porque mató a mis niñas, la maté…
Después de un rato, me piden que diga dónde está el cuerpo sin vida de mi esposa y mis hijas, yo les doy coordenadas de donde se encuentran, ellas están en “in cervi 319”. Enterré a Shanann a unos metros de los tanques de petróleo donde yo trabajaba, y en los tanques están las niñas.
Yo sabía que estaba mintiendo con lo que realmente había pasado a las niñas porque no quería ser un monstruo delante de todos. Ya sabía lo que pasaría conmigo, y tendría que decir la verdad, tarde o temprano.
Después de mi declaración la policía prosiguió a registrar la casa en búsqueda de pruebas, donde había una camioneta estacionada a unas calles de mi casa, allí se encontraron algunas notas de Shanann queriendo arreglar nuestro matrimonio que decían que quería luchar por nuestra familia, y yo las había ocultado.
Con esas pruebas que salieron a la luz no me quedó más opción que confesar toda la verdad, y decir que no solo era el culpable de la muerte de mi esposa, sino que también maté a mis bebés, no se por que lo hice, primero fué mi pequeña Cece y luego Bella.
Ella era muy inteligente sabía que le había hecho algo a su mami y hermana, sus últimas palabras fueron: “no papi”, palabras que no me dejan dormir, no se porque lo hice, destruí mi familia, todo lo que siempre quise siempre fue tener una familia e hijos que me amarán porque yo los amaría también, lo destruí todo, destruí a mis hijas y el hijo que tenía Shannan en su vientre.
Fui arrestado y llevado a la justicia, en la corte me declare culpable de los cargos de homicidio premeditado en primer grado, maté a mi esposa e hijas y las oculte. Solo pensé en mi y en la nueva vida que me esperaba con mi nueva novia tome decisiones equivocadas, acabando con mi vida y la vida de mi familia.
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