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Foto del escritorLa Pluma

El azadón y su corazón, fuente de vida de ‘Flechas’

Actualizado: 21 mar 2022

Escrito por: Juan Diego Vargas


El trabajo del campo es la fuente de vida de Luis Horacio Martínez, que trata de luchar contra el aislamiento y el encierro que genera esta pandemia.

Para algunos hogares colombianos, el confinamiento obligatorio ha sido la fuente principal de momentos de crisis, no solo desde el campo económico, sino en las relaciones intrafamiliares, ya que esto a su vez genera estrés y preocupación para muchas personas.


A la edad de 77 años ‘Flechas’, como así lo llama su familia de cariño, nacido en el Calvario-Meta, vive día tras día en la lucha constante de poder aplicar la vida de campo en un “pedacito” de tierra que tiene en la parte trasera de su vivienda, y así poder seguir ejerciendo su fruto que lo embarga de energía en tiempos de pandemia.


“La cosecha y mi tierra es mi vida”, manifiesta Martínez, quien labra un pequeño cultivo de tan solo seis metros de distancia por quince de largo, vive agradecido por la adecuación que pudo generar para contrarrestar la nostalgia de poder seguir ejerciendo la labor y la satisfacción que le genera vigor mirar su cosecha florecer.

Con amor y energía relata de una manera muy sutil su importancia y su amor que le genera poder observar el florecimiento de su cosecha. “Estamos estudiando si se dan las maticas en este lotecito”, dice con entusiasmo.


Desde mazorca, tomates, plátano y arverja como tiene plantado en su huerto urbano, se pasa el día entero pensando en cómo una enfermedad que hoy ataca al mundo entero, volvió a reconstruir la vida que hace muchos años tenía en el campo en donde junto a su padre Roberto Martínez (QEPD), labraba la tierra para el sostenimiento de sus hermanos.


“Estamos estudiando si se dan las maticas en este lotecito”,

Relata la familia que el sobrenombre se le dio gracias al reconocimiento por ser una persona muy activa y poco paciente, por eso, su familia y conocidos lo llaman ‘flechas’.


Su esposa Ana Abigaíl Bobadilla de Martínez, de 72 años de edad, relata cómo han sido los tiempos difíciles que genera dejar el campo y vivir en la ciudad, ya que, por su estado de salud, se vieron en la necesidad de sus seis hijos en trasladar a este par de abuelos junto a ellos.

Ella cada mañana como de costumbre le prepara su café, su desayuno y su buena hidratación antes de salir. Y muy pendiente de él durante el día, se dispone a estar en lo que le genera calma y tranquilidad como lo es su amado esposo.

Según David Curto, médico de familia especialista en Alzheimer, determina que el estrés que se genera en los abuelos por vivir y hacer frente a la inacción de las personas en avanzada edad, se debe a que una de las cosas que ocurren en nuestro organismo cuando envejecemos es que perdemos la capacidad de enfrentarnos correctamente a posturas inesperadas.


Afirma que cuando un adulto mayor debe enfrentarse a situaciones de estrés físico o psicológico, su organismo no responde tan bien como cuando era más joven.

Martínez vive día a día en la labor que lo destaca, junto a su esposa refleja el cariño que emana por su cultivo y el amor que le declara a su compañera de vida, a pesar de su avanzada edad.

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