Escrito por: María José Uribe
Según el informe de ausentismo estudiantil del período 2020-I realizado por el área de acompañamiento y permanencia de la universidad, “de los 234 estudiantes que se ausentaron durante el primer semestre, 130 de ellos indicaron que la razón principal de esta situación eran los problemas económicos”.
Marcela Romero Medina, profesora del área de consejería e integrante de las estrategias de participación del grupo MAIE (Modelo de Atención Integral del Estudiante) manifestó que aunque no se conocen aún las cifras exactas de ausentismo de este segundo período académico, muy probablemente todas debieron haber aumentado por causa de la emergencia sanitaria de la Coronavirus.
“La pandemia provocó que muchos de los estudiantes que trabajaban de manera informal como en bares, restaurantes y discotecas perdieran sus empleos, ya que estos establecimientos se vieron en la obligación de cerrar para impedir los contagios y las aglomeraciones”, explicó la docente.
“… Las principales causas de los problemas financieros son los inconvenientes económicos con un 9,84 por ciento y el crédito en mora con la cooperativa con un 2,52 por ciento...”
Además de esto, Romero Medina aseguró que los alumnos de la institución al oscilar entre estratos uno y tres, y al mismo tiempo tener que trabajar para pagarse sus estudios ocasiona que no se logre un soporte financiero a través de la cooperativa u otras entidades de crédito, dando lugar a que abandonen sus estudios, sea porque se quedaron sin empleo o porque sus padres no tienen dinero suficiente para cancelar las cuotas.
La Corporación Universitaria Minuto de Dios realiza una investigación que es llevada a cabo después de cada semestre para conocer de forma detallada las razones por las cuales los alumnos dejan de asistir a sus actividades académicas y posteriormente no aparecen registrados en el ciclo universitario.
En dicho análisis se encontró que en este año, las dificultades financieras con un porcentaje del 15,6 por ciento predominaban sobre las otras problemáticas como las personales (9,24 por ciento), las académicas (1,92 por ciento) y las de orientación vocacional (0.24 por ciento).
Asimismo, se halló que las principales causas de los problemas financieros son los inconvenientes económicos con un 9,84 por ciento y el crédito en mora con la cooperativa con un 2,52 por ciento, siendo estas las razones más comunes por las cuales los estudiantes abandonan su periodo académico.
Erika Castro Quevedo, estudiante de comunicación social y periodismo, dice que debido a la pandemia no pudo continuar con su segundo semestre universitario, ya que por los recortes de personal en las empresas, sus padres se quedaron sin empleo y la economía de su hogar se vio afectada, provocando que tuviera que aplazar su semestre.
Foto archivo
“No deseé continuar estudiando porque no tenía suficiente dinero para pagar esta vez. En el ciclo pasado me vi obligada a solicitar un periodo de gracia en la cooperativa y aunque no sé si pueda seguir en la carrera, prefiero esperar y tener paciencia a endeudarme más”, dijo la alumna.
El mismo caso presenta el estudiante Rafael Beltrán Morales, que perdió su trabajo durante la emergencia sanitaria y a pesar de que acudió al programa de becas y subsidios de la universidad, no pudo salir beneficiado en ninguno de los dos.
“Siendo sincero pensé que saldría favorecido con un descuento, pero no fue así, yo intenté comunicarme con la universidad para saber si me podían ayudar de otra forma y tardaron demasiado en responderme; deseo estudiar el otro semestre, pero no cuento todavía con los recursos para hacerlo”, explicó el joven universitario.
Por su parte, Juliana Galvis Martínez, que vive en el municipio de Puerto López, manifestó que la pandemia al principio había favorecido su situación porque ya no debía pagar constantemente pasajes; sin embargo, con el tiempo, esto cambió y fue complejo mantener una estabilidad económica en su hogar, por lo que tuvo que retirarse parcialmente de sus estudios.
A diferencia del alumno Beltrán, los estudiantes Castro y Galvis afirmaron que no tenían conocimiento sobre los subsidios que brinda la universidad, y que de haber contado con la información adecuada, muy probablemente estarían estudiando este semestre.
“Pese a todo, la universidad continúa intentando asistir a los estudiantes con orientaciones financieras, seguimiento psicosocial e investigaciones…”
La profesora Romero Medina, que también realizó una investigación sobre el ausentismo para su maestría en educación, aclaró que el desconocimiento de algunos estudiantes frente a los amparos de la universidad se debe, en primer lugar, al poco interés de estos por investigar a profundidad sobre los subsidios y en segundo, por las estrategias inviables de difusión que se están manejando.
“La mayoría de las técnicas comunicativas entre la UNIMINUTO y los estudiantes se dan por las páginas web y los correos institucionales; sin embargo, la mayor parte de los alumnos no acceden mucho a estos y siempre esperan que las socializaciones se les hagan de manera directa y presencial, situación que afecta gravemente el desarrollo del proceso”, aseguró la docente.
Pese a todo, la universidad continúa intentando asistir a los estudiantes con orientaciones financieras, seguimiento psicosocial e investigaciones que permitan analizar los índices de ausentismo y las causas de este problema en cada periodo académico.
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