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Apicultura, una lucha constante en el Meta

Escrito por: Alexandra Clavijo

La apicultura en el Meta ha logrado reconocimiento en Colombia, pero está siendo amenazada por la agroindustria y por cultivos industriales; que utilizan insumos químicos, afectando en gran medida la población de abejas.

La producción de miel disminuyó en aproximadamente 170 toneladas en el 2020, debido a las pérdidas de colmenas. Se reportaron ante el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la muerte de 2.500 colmenas total en los departamentos de Córdoba, Valle del Cauca, Quindío y Meta.


“Una gran amenaza es el tema de las fumigaciones, ya sea con glifosato o con otros productos pesticidas y de igual manera el cambio climático..."

“Una gran amenaza es el tema de las fumigaciones, ya sea con glifosato o con otros productos pesticidas y de igual manera el cambio climático, nos hemos visto afectados bastante porque las cosechas se nos han tardado, normalmente empezaba en noviembre, ahora esperaremos hasta diciembre, influyendo en la producción que se reduce”, indicó Juan Sebastián Cuervo, apicultor de Villavicencio.


Los llanos orientales tienen un alto potencial de desarrollar las actividades apícolas por su clima, sin embargo, la región del meta es el sexto departamento productor de miel en el país, con la producción de 235 toneladas anuales.


"... El Meta ha tenido una gran acogida hasta el punto que hoy se ha convertido en uno de los departamentos más importantes productores de miel de abejas en el país”

Según, Guillermo Leonardo Rey, funcionario de bióticos, en Cormacarena “la apicultura es una de las posibilidades que tiene la economía regional de los negocios verdes, en el Meta ha tenido una gran acogida hasta el punto que hoy se ha convertido en uno de los departamentos más importantes productores de miel de abejas en el país”.

El Meta ha ido escalando posiciones debido al aumento de colmenas en la región, la corporación ambiental hace el llamado a los agricultores del meta, en hacer uso responsable de aquellos químicos tóxicos que implementan en sus cultivos, “aumentar la conciencia ambiental para poder garantizar la sostenibilidad del planeta”, afirmó Guillermo Rey, funcionario de bióticos, Cormacarena.


Pese a los innumerables beneficios que tiene esta actividad económica, las legislaciones de agricultura y del Ministerio del Medio Ambiente sobre el uso de algunas pesticidas son pocas, “no son tan rigurosos en el control, entonces tenemos que hacer valer las normas y proteger por esta vía la población de las abejas”, recalcó funcionario de Cormacarena.


“No son tan rigurosos en el control, entonces tenemos que hacer valer las normas y proteger por esta vía la población de las abejas"

En el meta la apicultura está perdiendo terreno, a pesar del esfuerzo que se ha realizado por parte de la autoridad ambiental, miles de apicultores han perdido sus colonias a causa de pesticidas para proteger las áreas de siembra, siendo sus productos responsables de afectar el sistema nervioso central de las abejas.

“Las abejas cuando están deshidratando la miel, ellas producen un agua que se evapora y ese vapor es el que repara en un 100% la capa de ozono, no es algo que está comprobado científicamente, pero es algo que sabemos los que laboramos con colmenas que es así”, expresó Flor Estela Carvajal, apicultora.


Mientras en el Quindío murieron un millón y medio de abejas por fumigación de cultivos, en los llanos se lucha constantemente por la producción y comercialización.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), expresó en el día Día Mundial de las Abejas, que: “Las tasas actuales de extinción de especies son de cien a mil veces más altas de lo normal debido a las repercusiones humanas”, sumándole de que el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35% de las tierras agrícolas mundiales.


“Las tasas actuales de extinción de especies son de cien a mil veces más altas de lo normal debido a las repercusiones humanas

Los apicultores han tenido que enfrentar además la reciente pandemia por coronavirus (COVID-19) la cual ha tenido repercusiones innegables en el sector apícola, ya que ha afectado a la producción, al mercado y, en consecuencia, a los medios de vida de los apicultores.


Se estima que en cada colmena puede haber entre 50 mil y 80 mil polinizadores, la mortandad de esta, generaría un gran impacto ambiental, ya que no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad, puesto que un 90% de las plantas son polinizadas por esta y otras especies.

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