Por: Sara Montenegro Penagos
En Colombia; 60 años atrás, el propósito de los colombianos como otros ciudadanos de diversos países, en especial por parte de las mujeres era el de conseguir una pareja, casarse, salir de la casa y tener entre seis a siete hijos, criarlos y envejecer, siguiendo el ciclo de vida perteneciente a los animales y plantas que enseñan en biología; nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte; pero por supuesto, un poco más complejo para nosotros los seres humanos.
Hoy esto ya es parte del pasado, pues cada día son más las mujeres y los hombres que solos o con pareja le dicen no a ser padre; como es el caso de la pareja colombiana Nathalie Gómez y Andrés Molina, cuando en enero 29 del 2018 fueron famosos, por compartir en sus redes sociales, la vasectomía obrada en Molina por Profamilia y su feliz sueño cumplido de nunca ser padres.
Recordemos que en octubre 19 del 2010, se aprobó la ley 1412 de 2010. “Por la cual se autoriza la realización de forma gratuita y se promueve la ligadura de conductos deferentes o vasectomía y la ligadura de trompas de Falopio como formas para fomentar la paternidad y la maternidad responsable”.
Se establece los procedimiento gratuitamente, como también el dictamen en las familias con su derecho a decidir en libertad, el número de niños que conforman o no la unión, siempre y cuando cumplan el requisito de ser mayores de edad.
No obstante, hace 10 años era un tema estigmatizado y para nada bien visto que, ciudadanos sin antes haber tenido por lo menos un niño fueran a su EPS a solicitar el procedimiento quirúrgico; en el caso de las mujeres, familiares o amigos; a quienes se expresaba su opinión y decisión, apelaban en el sentimentalismo, al lanzar comentarios tales como; “Es tu seguro de ser cuidada cuando seas mayor”, “Vas en contra del don que te dio Dios para ser madre”, “eres egoísta”, “Ahora, no es que te vayas a acostar con cualquiera”.
Con respecto a los hombres, más que juicios de valor; sus manifestaciones estaban encaminadas entre la burla hacía su masculinidad, las preguntas en relación a la falta de eyaculación, deseo sexual u erección, hasta las curiosas intervenciones para saber si sus mujeres; en caso de que las tengan, los manipularon para haber llevado a cabo la operación, pues esto era inaudito, ya que el género femenino siempre debía cuidarse de un embarazo; todo esto basados en mitos por falta de información pública.
En caso de no ser los padres, abuelos o amigos quienes interferían; estaban los médicos, pues al no estar de acuerdo, ponían impedimentos de todo tipo para que la persona cambiara de opinión a su vez, que optaban por rechazar el procedimiento; alegando ser un descuido a su ética profesional, esto no es nada alejado de lo que sucede en la actualidad, los servidores de salud; aún se manifiestan en contra del proceso por las mismas razones.
Foto tomada de: Plus Ultra Seguros
En nuestros días esto no es problema para dejar de lado la libre elección; el 12 de diciembre de 2016, el ministro de Salud Alejandro Gaviria en compañía de investigadores de Profamilia presentaron la séptima versión de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2015).
Los resultados arrojaron que el 34.9% de las mujeres han practicado la esterilización, al igual que el 5,5% de los hombres, mencionando además que los caballeros sin hijos son los más frecuentes en operarse.
El promedio de tasa fecundada ha disminuido con el aumento de ciudadanos operados; según el informe de estadísticas vitales, presentado el jueves 18 de junio del 2020, por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en comparación de los primeros tres meses del 2019, los nacimientos disminuyeron un 2,6% en los mismos meses del año pasado.
Entre los razones más importantes, de mujeres y hombres que toman la decisión de no traer hijos al mundo, se encuentra que los niños no están entre las prioridades; del mismo modo, que no se encuentran convencionales las circunstancias socio económicas y de salud en el país; señalando también, que lo encuentran como un aporte al medio ambiente, evitando traer así más contaminación y sobrepoblación al planeta o porque sienten que la paternidad y el instinto materno no es lo suyo.
Para finalizar, esta medida se ratifica, con el Covid-19 y lo complejo que ha sido sobrevivir para todos los seres humanos. Estos colombianos piensan que no hay mucho que otorgarle a un hijo y el hecho de darle la vida a uno, solo por no quedarse solos, es una elección egoísta que ni siquiera garantiza la misma.
Además, agregan que tomar la decisión es una responsabilidad tan grande, como lo es ser padre y encargarse de otra vida humana.
Foto tomada de Reproducción Asistida ORG
El libre desarrollo de sus pensamientos, acompañados de sus argumentos puntuales para no concebir, como su sensato estilo de vida, nos permite observar a ciudadanos valientes y responsables; frente a este tema que aún es chocante.
Si le niegan efectuar la vasectomía o el ligamento de trompas de Falopio recuerde usted que puede ampararse en la vía constitucional redactando una tutela, expresando así la violación al derecho fundamental del libre desarrollo de la personalidad y el número de hijos en su familia, al mismo tiempo que el rechazo al derecho de servicio en salud.
Y ahora bien, ¿Qué piensa usted de la paternidad?
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