Por: Heidy Melissa Céspedes
El Día Internacional de las Manos Rojas fue establecido en el mundo el 12 de febrero de 2002 y conmemora el aniversario de la firma del protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño, que prohíbe el reclutamiento y la utilización de niños, niñas y adolescentes en los conflictos armados.
17.866 es la cifra de niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de reclutamiento y utilización en el conflicto armado en Colombia entre 1958 y 2020, según El Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) del Centro Nacional de Memoria Histórica.
En Reportajes Semana muestran la historia de una niña María, que es hostigada a las afueras de su colegio, por integrantes de una banda al margen de la ley.
Días más adelante la niña es amenazada y atemorizada por estas personas, quienes le dicen que, si no los ve a la salida del colegio, mataran a sus padres.
La niña accede a este encuentro por miedo y horas más tarde es violada. Se oyen declaraciones de la menor donde dice que, ellos le siguen amedrentando y buscando para reclutar y hacerla trabajar en un burdel, la acción seguida de sus padres es irse de su pueblo.
Historias como esta son el pan de cada día, Miles de niños y sus familias han sufrido de desplazamiento forzado a causa del reclutamiento y la utilización infantil.
Algunas razones del por qué hay reclutamiento infantil en Colombia, es por la falta de oportunidades para los niños, niñas y adolescentes. Si se pone en contexto las situaciones que viven los infantes a diario, por ejemplo, el maltrato infantil en sus hogares, el abuso sexual o la pobreza, se puede establecer el riesgo de vulnerabilidad de los menores.
En el Informe Como Corderos Entre Lobos del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), relata a un niño, sobre la violencia como destino. “Mi mama me dijo: mijo si se queda conmigo se muere de hambre. Váyase por allá le va es mejor, incluso por aquí lo ven por ahí y lo van es pelando”.
Foto tomada de: Hechoencali.com
Todas estas situaciones llevan al borde del reclutamiento, donde los atraen allí con engaños de una vida mejor o un ingreso sólido para sus familias.
Después de la llegada del COVID-19 a Colombia estas situaciones se viven más a menudo, por la falta de clases y el confinamiento.
La Defensoría del Pueblo se manifestó pese a su preocupación por esta realidad y anunció que “durante la pandemia generada por la COVID-19 se han presentado circunstancias que aumentan el riesgo de reclutamiento, uso y utilización, como el cierre de colegios, la deserción escolar y el empobrecimiento de las familias que devengan su sustento de la economía informal.
Foto tomada de: Elespectador.com
La falta de oportunidades representa el caldo de cultivo perfecto para que los grupos armados y delincuenciales organizados desarrollen sus actividades de reclutamiento entre los niños y niñas más vulnerables. También buscan ejecutar alternativas para combatir estos hechos.
Después de la firma del Acuerdo de Paz, 25 departamentos de los 32 que tiene Colombia cuentan con municipios en alerta por reclutamiento ilícito y utilización de menores de edad para la guerra, es decir, el 78% de los departamentos del país, según documentos de investigación de la Unidad de Investigación Periodística de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.
En el Día Internacional de las Manos Rojas la OMC y la CNMH lanzaron un tablero conmemorativo para visibilizar y dignificar esta población que pone en disposición de la sociedad para contribuir al rechazo, prevención y no repetición de este delito, haciendo un llamado al ejercicio de responsabilidad y solidaridad que se tiene como sociedad colombiana con la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
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