Por: Natalia Pardo
El estado actual que presenta el Caño Siete Vueltas es cada vez más deplorable, puesto que actualmente este afluente presenta altos niveles de contaminación debido a que es utilizado como vertedero de aguas residuales, además, de la presencia de residuos sólidos contaminantes.
Estefanía Diaz, Ingeniera Ambiental, manifiesta que “las aguas residuales generan ácido sulfhídrico y amoníaco, lo que puede provocar enfermedades respiratorias y, de haber contacto directo con el agua podría desarrollarse una gastroenteritis en la persona”.
Según una evaluación física, química y microbiológica realizada por la Facultad de Ingeniería Ambiental de la universidad Santo Tomás, en época de verano los puntos en donde se focalizan los vertimientos domésticos arrojan un resultado de tonalidad naranja el cual indica que es un grado “alto” de contaminación.
“Sobre ese caño específicamente además de otros caños de la ciudad, se van a realizar acompañamientos junto con la alcaldía, para retirar los sedimentos y materiales que no son propios del afluente…”
“Las aguas residuales generan ácido sulfhídrico y amoníaco, lo que puede provocar enfermedades respiratorias y, de haber contacto directo con el agua podría desarrollarse una gastroenteritis en la persona”
Además, los pobladores de zonas aledañas a este caño denuncian que debido a la contaminación que presenta esta microcuenca, los malos olores y la proliferación de mosquitos son cada vez más recurrentes.
Paola Pardo, habitante del barrio Catumare, asegura: “Cuando pequeña este caño nos servía como balneario, el agua era tan cristalina que era normal que la gente preparara los sancochos en la orilla del caño con esa misma agua”.
La aparición de mosquitos, zancudos y roedores, entre otras plagas debido a la contaminación que presenta el Caño Siete Vueltas es una problemática que inquieta y atenta en la salud de la comunidad que vive cerca de este afluente.
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Pues estos vectores son los responsables de transmitir enfermedades infecciosas y según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estas enfermedades representan una alta carga de morbilidad y mortalidad para las personas, sus familias y las comunidades.
En respuesta a estas quejas, la Secretaría Municipal de Medio Ambiente ha manifestado que se están estableciendo trabajos relacionados y en apoyo con el proyecto comunitario “Salvar el Caño Siete Vueltas”.
Así lo ha afirmado Efraín Cortes, Ingeniero ambiental quien trabaja en Cormacarena “sobre ese caño específicamente además de otros caños de la ciudad, se van a realizar acompañamientos junto con la alcaldía, para retirar los sedimentos y materiales que no son propios del afluente, además de empezar procesos sancionatorios para invasiones sobre la ronda de los caños”.
Se espera que durante la Administración Municipal en cabeza del alcalde Juan Felipe Harman se haga posible la recuperación de este afluente y de los otros 87 caños que tiene la ciudad y presenten la misma problemática ambiental.
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